Estamos inmersos en una campaña de desprestigio contra los Sindicatos, legítimos representantes electos de los trabajadores, promovida por el poder económico y pregonada por los medios de comunicación conservadores y no tan conservadores, con el fin de menoscabar nuestra imagen y debilitar a las únicas organizaciones que, tras la abdicación de los partidos políticos progresistas, se oponen al desmantelamiento del estado de bienestar.
Con este fin han puesto en práctica dos máximas muy populares en ciertos círculos políticos y mediáticos:
"Las grandes masas sucumben más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña".
"Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad".
La gran mentira argumental que sistemática y machaconamente vocean consiste en: Cuestionar la financiación de los sindicatos, trasladando la idea de que sufragan sus gastos mediante subvenciones del estado, y dando a entender que por ello su interés se centra en defender estas subvenciones en vez de los intereses de los trabajadores actuando al dictado del gobierno.
Con el fin de dar verosimilitud ha esta mentira han recurrido a descontextualizar la verdad y revestirla de una pátina de falsedades.
¿Cuál es la verdad?
Los sindicatos somos una institución fundamental en la construcción del estado social democrático de derecho como nos reconoce la Constitución (artículos 7,129 y 131) que nos garantiza nuestra participación en organismos públicos y nos encomienda las tareas de asesoramiento y colaboración en la planificación económica del Gobierno. Estas y otras funciones institucionales suponen un trabajo de representación y acción sindical que va mucho más allá de la atención a afiliados al representar al conjunto de los trabajadores. Este derecho se obtiene mediante los resultados obtenidos por cada sindicato a través de las elecciones sindicales cada cuatro años donde la participación es superior a otras elecciones.
Por otro lado está el trabajo que conlleva la negociación colectiva para desarrollar y adecuar las leyes a la realidad de los distintos sectores y empresas, baste como ejemplo de las dimensiones de esta tarea que CCOO participa anualmente en la negociación y firma de casi 4.000 convenios colectivos, que regulan las condiciones de trabajo de más de 11 millones de personas, Por este trabajo el Estado, financia a los sindicatos con 15.7 millones de euros cuantía nada desproporcionada si la ponemos en el contexto de otras instituciones del estado como son: la Patronal con 9,6 millones, los Partidos Políticos, 84,41 millones, la Casa Real, 8,89 millones, la propia Iglesia Católica con 252 millones.
La cuantía sigue sin ser desmedida cuando se la compara con las subvenciones del Estado que reciben otros colectivos que no tienen la misma trascendencia como elementos vertebradores del Estado como : las Asociaciones Juveniles, 7,79 millones, o las cuantías destinadas a la música, danza, teatro y circo 14.19 millones, la Federación Española de Fútbol dotada, pese a sus ingresos millonarios, con 4.80 millones o los colectivos con más repercusión mediática como el Cine 89.67 millones de los que buena parte se van a productoras vinculadas a grandes “lobby“ audiovisuales televisivos que se benefician de las licencias otorgadas en función de afinidades y pleitesías políticas o la propia Prensa Escrita principal portavoz de la campaña antisindical con sus 360 millones, sin contar la publicidad institucional muchas veces una forma encubierta de financiación. O el pago de los salarios de los curas castrenses, hospitalarios y de prisiones que al margen de los ya citados 252 millones, de la Iglesia, les suponen a las arcas públicas 15 millones, más o menos lo mismo que los sindicatos, cantidad muy alejada de los 600 millones para el pago de salarios de los profesores de religión por no hablar del coste de la inminente visita del Papa a Madrid que ya está presupuestada solo en lo que respecta a la administración del estado sin incluir la dotación de la Comunidad ni del ayuntamiento en 25 millones. Especial mención merecen los 564 millones destinados en el conjunto del estado a subvencionar los Toros, más aún si tenemos en cuenta que la fiesta nacional según una encuesta de la consultora Gallup, no interesa nada al 72,1% de los españoles.
*La subvención a los toros no ha sido posible desglosarla por lo que representa el total del estado
Pero, dejando a un lado, que la cuantía recibida por los sindicatos como compensación a las tareas y trabajo que desarrollan como legítimos representantes electos de los trabajadores no es en absoluto desmedida si la situamos en el contexto que le corresponde la gran mentira se viene definitivamente abajo si analizamos lo que suponen las subvenciones en la financiación de la actividad sindical de CC.OO donde, los 15 millones, representan menos del 9% de nuestros recursos por lo que nunca podrán suponer un menoscabo en nuestra independencia. (El conjunto de las dotaciones presupuestarias estatales y autonómicas ascendieron a un importe de unos 15 millones de euros, esto es del conjunto de las organizaciones confederadas de CCOO)
Los instigadores de esta campaña, conocen perfectamente esta realidad, por ello a veces se hace difícil entender la razón de tanta beligerancia y agresividad contra unas instituciones vitales e indispensables para el sostenimiento del estado social y de derecho como son los sindicatos. ¿Por qué entonces inventar y sostener una mentira de esta magnitud? ¿Por qué tanto ruido para tan pocas nueces?...
*La subvención a los toros no ha sido posible desglosarla por lo que representa el total del estado
Pero, dejando a un lado, que la cuantía recibida por los sindicatos como compensación a las tareas y trabajo que desarrollan como legítimos representantes electos de los trabajadores no es en absoluto desmedida si la situamos en el contexto que le corresponde la gran mentira se viene definitivamente abajo si analizamos lo que suponen las subvenciones en la financiación de la actividad sindical de CC.OO donde, los 15 millones, representan menos del 9% de nuestros recursos por lo que nunca podrán suponer un menoscabo en nuestra independencia. (El conjunto de las dotaciones presupuestarias estatales y autonómicas ascendieron a un importe de unos 15 millones de euros, esto es del conjunto de las organizaciones confederadas de CCOO)
Los instigadores de esta campaña, conocen perfectamente esta realidad, por ello a veces se hace difícil entender la razón de tanta beligerancia y agresividad contra unas instituciones vitales e indispensables para el sostenimiento del estado social y de derecho como son los sindicatos. ¿Por qué entonces inventar y sostener una mentira de esta magnitud? ¿Por qué tanto ruido para tan pocas nueces?...
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