El proceso de integración en Banca Cívica sigue convalidando lo que CC.OO. ya predijo en diciembre pasado: “una integración financiera que puede convertirse en nuestro fallecimiento institucional”.
Hace una semana la Caja comunicó mediante circular de la Presidencia la designación de responsables en diversas áreas de la Entidad: algunos nombramientos (pocos), algunos cambios de funciones (pocos también) y bastantes ratificaciones funcionales (las más). De la comunicación presidencial podemos sacar varias conclusiones:
• El nombramiento de la nueva Directora General Adjunta, aún cuando es un puesto directivo estatutariamente reconocido y que se encontraba vacante desde hace algo más de un año, constata la definitiva hégira de la Dirección General a Madrid.
• La “localidad” de las responsabilidades implica indefectiblemente la “sucursalidad” de la gestión de la Caja en el entramado de Banca Cívica; ya no hay directores o jefes de área: ahora sólo hay “Responsables para las funciones de Soporte de Gestión”. Un evidente paso atrás en nuestra capacidad resolutoria y de implantación organizativa propia, con la merma de atribuciones que se ratificó en la Asamblea General de la Caja con el voto en contra de CC.OO.
• El denominado “esquema de funciones y dependencias que definen el soporte de gestión”, sobrevenido por el trasvase de directivos de primer y segundo nivel a la Sociedad Central de Banca Cívica, adolece de la incorporación –o por lo menos, mención- de algunos módulos organizativos y de gestión; podemos citar, como ejemplos, las ausencias de Comercio Exterior o de Seguros y Planes de Pensiones, entre otros. Esperamos que alguien nos saque de la duda.
• Se constata fehacientemente que, aunque el mayor número de personas de las que trabajamos en la Caja se encuentran ubicadas en la red comercial y muchas son poseedoras de amplia experiencia, dotes organizativas, excelentes expedientes profesionales e incuestionable valía personal, “las oficinas” no son el trampolín idóneo para hacerse acreedores de acceder a nuevas responsabilidades; podríamos decir que “los puestos de Central son exclusivamente para la gente de Central”. Y, por supuesto, no para todos/as.
• Por último -y para CC.OO., lo más grave-, la AUSENCIA ABSOLUTA DE INFORMACIÓN PREVIA de la Caja a la Representación Sindical; al menos a la Representación que encarna CC.OO. Y volvemos, por tanto, a repetir lo que aseveramos al comienzo del proceso de integración: Esta barca debe ser remada por todos y todas y en la misma dirección. Pero eso no será posible si quieren que lo hagamos con los ojos vendados.
La tónica predominante es esa sensación de “parcheo” continuo que se viene dando en la vida económica e institucional de la Entidad, además de la incertidumbre de la plantilla, presionada hasta la extenuación en su trabajo diario. Este patrón de actuación se viene dando también en las otras dos Cajas que componen el Grupo. A escaso mes y medio de las Elecciones Sindicales, el interés de las tres entidades radica en poder contar en los próximos cuatro años con una mayoría de representación laboral de fácil plegamiento a las políticas empresariales y escasa contestación sindical. Y ahí si que NO ESTÁ CC.OO.
Queda mucho pendiente: el Fondo de Pensiones, los nuevos contratos de Banca Cívica, la política de prejubilaciones, los cierres e integraciones de oficinas, los traslados. Como telón de fondo: ciertas luchas de poder en el ámbito político, la financiación externa pendiente de definir entre FROB o Flowers y los cambios legislativos que implican a los SIP’s. Seguiremos plasmando nuestro descontento y planteando nuestras premisas.
Pese a quien pese y caiga quien caiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario