Las últimas reuniones de la Mesa Laboral, celebradas el jueves y ayer domingo no han arrojado el resultado que esperábamos; o al menos, en parte. A la propuesta sindical -unitaria en un 95%- hubo una respuesta tibia y parcial de la representación de las Cajas. Tras muchas horas de debate, propuestas y contrapropuestas, la negociación se encuentra estancada por la interpretación interesada que la representación empresarial hace de la plataforma presentada por los sindicatos; mantienen las Cajas que nuestra propuesta es una llamada a la “ruptura de la mesa”.
Partiendo de la base de que no nos gusta la instrumentalización de la reestructuración de plantillas a través de un ERE (que es lo que plantean las Cajas), pero valorando que las alternativas a no pactar podrían ser peores para las expectativas de la plantilla, debemos reconocer que se había avanzado en un acercamiento de posturas en diversos aspectos, a saber:
- Aumento de la propuesta para las prejubilaciones: Del 70 ó 75% inicialmente ofertado, al 80%. Aportación al Fondo de Pensiones garantizada.
- Jubilación: de los 63 años iniciales a 64, aportando las Cajas el complemento hasta los 65 años y corriendo a su cargo el Convenio Especial de la Seguridad Social.
- Cálculo de trienios en la Sociedad Central y red de oficinas adscritas sobre 18,5 pagas (no sobre las 12 de Convenio).
El principal escollo aparece en el “espíritu” del Acuerdo Laboral de Marzo sobre la movilidad geográfica, el cual se sustituye por una negación abierta a respetar la voluntariedad de la plantilla. Esta posición choca con lo que nosotros creíamos ya superado, por lo que se abre el melón de la confrontación. Así mismo, las Cajas querían que el mantenimiento de los beneficios sociales quedase supeditado a la ulterior negociación colectiva, lo que daba por tierra con nuestros deseos de consolidación automática. Esta posición ha quedado acotada en el tiempo, por lo que se ha conseguido un compromiso beneficioso.
CC.OO. mantuvo su postura abierta al diálogo y al acercamiento paulatino de posturas que posibilitar una revisión de sus opciones de voto en las diversas Asambleas Generales de las Cajas previstas para esta semana (ayer en Navarra, hoy en Burgos, el jueves en nuestra Caja y el lunes 27 en CajaSol), en la actualidad decantadas en contra del cambio del contrato de integración institucional.
Lo que sí tiene claro CC.OO. es que su posición se sustenta en la convicción de que el acuerdo deberá ser garantista en todos sus aspectos y que no debe optar por “provisionalidades” ni apelar a la “transitoriedad” en ninguno de sus epígrafes: permisos, igualdad y conciliación, previsión social complementaria, condiciones financieras, etc.
Para CCOO el “plan de reestructuración de plantillas” debe basarse en el principio de voluntariedad en las prejubilaciones y en la negociación para cualquier otra medida, incluida la movilidad geográfica por cierres o integraciones de centros de trabajo. También en el respeto a las condiciones existentes en las Cajas en estas materias, entendidas como mínimas. Porque para CCOO el Acuerdo laboral de banca Cívica no puede reducirse a negociar un acuerdo de prejubilaciones instrumentado en un ERE.
La representación de CC.OO. sigue trabajando para intentar alcanzar un acuerdo que aporte las mayores garantías posibles a la plantilla. Ni una menos de las que tenemos derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario