Llevo mucho tiempo trabajando y cada vez se me hace más penoso levantarme de la cama. Y no es por ser a una hora tan temprana, sino porque sé lo que me voy a encontrar; porque conozco perfectamente quién me va a llamar a primera hora para “leerme la cartilla” (como si hubiera empezado a trabajar ayer…); porque tengo la premonición de que alguien me va a enviar un correo electrónico recriminatorio –cuando no provocador- sobre el resultado de mis cometidos; porque no me cabe la menor duda de que me dirán que hoy estaremos en la oficina menos trabajadores que ayer pero más que mañana… Estoy cansado de amenazas veladas (o no tanto), de presiones continuas, de incomprensiones, de que no cuenten conmigo para tomar decisiones, de que me haya convertido en un número más, de que parezca que lo que hago siempre es poco o está mal hecho, de no poder hacer más por mis clientes; sí: estoy cansado.
“No estarías tan cansado si no te hubieras matado a trabajar fuera de horas durante tantos años”, me dicen; “ya lo sé”, les contesto, “pero es que no me daba cuenta y siempre había algo urgente, importante, que no podía esperar…”. Ahora tengo achaques; unos por mi edad, otros por el propio agotamiento físico y psíquico.
Quisiera jubilarme; pero no de cualquier modo. Mis años de servicio deberán valer para algo ¿no? Creo que durante todo este tiempo no lo he hecho tan mal y confío que se me tenga en cuenta. A mí y a otros muchos que, como yo, estamos deseosos de tener tiempo y ganas de ocuparnos de la familia, de nuestras aficiones, de nuestros amigos…; de vivir.
Pero, sobre todo, quisiera jubilarme de los irresponsables que dicen que velan por mis intereses y que sólo buscan protagonismo a mi costa; quisiera jubilarme de los atrevidos que no dudan en maquillar sus patrañas de forma que parezca que son verdad; quisiera jubilarme de quienes hablan en mi nombre sin tan siquiera haberme preguntado antes y de quienes ponen en peligro mi futuro y el de los demás por una exacerbada necesidad de hacerse notar.
Por eso, quisiera jubilarme; como ya han hecho otros.
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